Este jueves: escribir un relato con personajes del Mara Verso. Escogí a Ulises Lestrade y a Sofía Electra. (Los personajes son propiedad de Dmiurgo)
Ulises Lestrade fue asignado a resolver uno de los misterios clasificados de los Archivos RM. Después de revisar varias carpetas, se encontró un caso que atrajo mucho su atención: la reina vampira Lux in Tenebris. La única sobreviviente directa del clan Spectrum la única sadica y asesina cyborg que puede activar a la armada Vampyrum que duerme bajo la provincia de Averoigne.
- ¿Estás seguro que se encuentra en el castillo de Cro-Magnon? - inquirio Sofía Electra, su asistente.
- Soy el único que pudo descifrar el fragmento Rexus del código Eibon, donde dice, que allí se interconectan los cyborgs a través de un cerebro digital para tratar de extraer a su mesías vampírico del plano espectral. - respondió posando sus pupilas pardas en la joven.
- Tienes que beber mi fórmula Pyrox. Con ella no podrán oler lo azucarado de tu sangre. - sugirió él.
- Vaya, que poetico. ¿Pero ... y tu? - pregunto intrigada.
- Tomé doble dosis antes de salir. No te preocupes. -
Ulises se comunicó de forma telepática con Sísifo, quien lo guió hasta llegar al pasadizo que conecta al vórtice dimensional del castillo. En la entrada se encontraron a dos enormes vampiros suspendidos boca abajo, ovalados como capullos, quietos esperando por intrusos. Atravesaron con sigilo sin encontrarse con trampas mágicas o tecnológicas, pero de repente, un ruido los hizo girar hacia la entrada donde, estupefactos vieron venir a Tenebris, la vampira mayor escaneandolos con sus grandes ojos azules.
-!Allí está! - murmuró Sofía, apretando en sus manos las cápsulas de protón que llevaba en su chaqueta.
Mientras a Ulises le fue apocalíptico y memorable, cuando vio aquellos encantos de piel y metal. El hermoso rostro pétreo y la sangrienta sonrisa de sus labios color cereza, lo miraron sin emociones.
Sin perder más tiempo, agito su mano y le tiró tres cables de plata que se enrollaron a su cuello y cuerpo. Ella se retorció tratando de soltarse de sus ataduras, mientras proyectaba sus colmillos en forma de sierra.
- !Estas a dos pasos del cerebro digital, lanza las cápsulas! - grito a Sofía, al tiempo que Tenebris revoloteaba sus alas supersónicas. Mientras, una manada de draculas andróginas los rodearon, emitiendo sonidos de alta frecuencia que imposibilitaron todos los dogmas de Ulises.
Inesperadamente, un ejército de Strigis aparecieron con martillos de Thor destruyendo las máquinas de acero. Sofía logró la confusión y corrió lanzando las cápsulas al cerebro que lo explotaron de inmediato; dejando tras de sí una inmensa estela de chispas y olor a metal. Recuperado, reunió fuerzas y atravesó el pecho de Tenebris con su talismán sagrado y arrancó su corazón expulsandolo a la dimensión astral. La piel de la máquina-vampira se desecaron a sus huesos y metal, y sus despojos cayeron a los pies de Ulises Lestrade.
Me encantó este relato, con el papel que le diste a Sofía. Y las strigis.
ReplyDeleteBesos.