Mis Horas en la Peluquería - Cougar Woman

Este jueves: vamos a contar cómo es una jornada de peluquería. ¿De qué hablamos? mientras nos llega el turno. 

- Y cuéntame ¿Cómo te fue con la cita de ayer? -

- ¡De maravilla! Realmente ese joven es un tigre en el acto sexual.

- ¿Joven? Tuviste relaciones sexuales con un joven? -

- ¡Claro chica, como si tuviera veintiún años! - exclamó la Bibi en el colmo de su exaltación. -

- ¡Que loca! ¿A tu edad y todavía piensas en el sexo? -

- Pues claro, darling. El sexo es una forma de mega recargarse… ¿Cómo diría? Es mi  modus operandi para conseguir estar renovada y estupenda. -

- ¿Ah, sí? ¿Y quién es el redentor, si se puede saber? -

- Vladimir. Mira nada más que bebote. Buen mozo, buen amante. -

- ¡El peluquero  estilista! - exclamaron al unísono las dos amigas. - Vaya, es increíble, te uniste al clan de las “viejas verdes” -

- ¡Ay, qué corriente eres! No se dice ‘viejas verdes’: se dice “cougars” -

- ¿Hé, que e eso?, No te lo puedo creer. ¿Porque fornicar con hombres que podrían ser tus hijos? -

- Pues créelo, amiga. Es cosa de estética. Los hombres jóvenes nos mantienen más lozanas y jóvenes con sus buenas dosis de energía seminal. -

- ¿Por eso te mantienes tan linda, flaca, y sin celulitis? - preguntó la señora redondita ansiosa de detalles. -

- Por eso su cuenta bancaria padece de gigolóitis. - añadió con sarcasmo, Falú. -

- ¿No me digas? ¡no me hagas reír que me orino! -

- !Yá! ¡Dios mío! ¿Pero qué es lo que les pasa hoy conmigo? - dijo Bibi muy enfadada. -

- ¡Ave María, Bibi, no te pongas así que te arrugas.  -

- ¿Oye, y a ti no te gustaría un Toy Boy? presiento que tú en el fondo eres desinhibida. -

- ¡Vaya por Dios, que no! ya no estoy ... para ... anormales activities, ni para esta clase de sacrilegios. -

- Ay Falú, olvídate de las liturgias… si los conseguís es porque son regalos de la providencia, ¿no crees?. -

- Ay yaya! ¡Dame paciencia, Cristo! Mírenlo ahí viene. ¿No es el nene divino y hermoso? - Cacaraquea Bibi, mientras el chico ojos marrón y mirada coqueta se acerca a ellas peligrosamente despilfarrando su sexappeal por todo el salón.