Reinas del grito - Eskalofrio

Este Jueves: Dmiurgo nos convoca a escribir un relato del género de terror, comic, o lo que elijamos con cualquier personaje de su lista. Yo elegí Régina Clámor un personaje de su autoría.

Regina Clámor y su amiga llegaron a una escuela abandonada, que estaba en desuso con polvo y escombros por doquier. Un asesino en serie con una máscara de gas les perseguía cuchillo en mano.

—¡De prisa! Cierra la puerta. —gritó la amiga, mirándola con ojos desorbitados. 

— ¡Allison, sube al segundo piso y escapa por la puerta de emergencia! —le ordenó.

—¡No pienso abandonarte aquí! tu pierna está mal herida. — argumentó en llanto.

—¡Morirás sino lo haces! ¡Corre! — insistió, Regina. En ese momento un estruendo de vidrios rotos ahogó sus palabras.

—¡Corten! ¡Corten! —gritó el director. Todo el mundo suspendió la escena, y se dirigió donde Regina.

—Regina, escúchame. Te viene siguiendo un psicópata asesino. Las acciones faciales de tu cara necesitan demostrar más el terror que sientes. — explicó, arqueando la ceja.

Ella asintió con la cabeza mientras se limpiaba el sudor.

—Tomaremos un descanso para cenar. Después haremos las retomas desde el comienzo. —anunció

el director.

Regina Clámor, la temperamental actriz y reina del grito, como era conocida, odiaba hacer retomas, pero Eskalofrio era el reto más grande de su vida; y no tenía otra opción que aceptar la decisión de su director. La locación del rodaje era un área suburbana con angostas y laberínticas calles. 

Regina decidió salir y dar un paseo antes de ir a la cafetería, sin saber que el peligro le acechaba desde que salió de la ciudad. El asesino sabía que era el momento preciso, para atacar a la indefensa actriz. Asi que, sacó un pañuelo negro empapado de éter, camino despacio, sin vacilar, y en cuestion de segundos la atacó por la espalda.

Regina intentó defenderse de su atacante, comenzó a tirar puños y patadas hasta poder zafarse, corrió y corrió, hasta llegar a unos arbustos. Enseguida escuchó el movimiento y el crujir de algunas ramas del otro lado de los árboles. Al ver la sombra negra corrió y gritó, uno de sus tacones se atoró en las malezas y cayó despatarrada al piso. El terror se apoderó de ella y quiso levantarse, pero repentinamente la agarraron por los hombros y tiraron de ella hacia arriba. 

—Creo que es tiempo de que tu y yo finalmente nos conozcamos. —Ronroneó en su oreja. 

Ella pataleo y luchó tratando de liberarse. En el forcejeo recordó que, en su chaqueta siempre llevaba una pequeña cuchilla. Su mirada estaba borrosa, solo veía la silueta que como tenaza la sujetaba, y a como pudo sacó la hoja filosa y le dio un tajo fulminante en el abdomen. Como enloquecida le dio otro y otro hasta que sus fuerzas decayeron.

Regina le pareció que el tiempo se puso lento, se sentía como actuando en su misma película. La agitación obligó a su respiración a entrecortarse, cuando recuperó el aliento, se levantó agitada, aun asustada. Se acercó lentamente hacia el asesino y, quitó la máscara que cubría su rostro. 

— !Así que eras tú maldito! — gritó.

¡Gracias por leer! ¡Nos vemos en la siguiente entrada!

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