Halloblogween 2014 - La Venganza de Jane Doe

HALLOBLOGWEEN 2014 de Teresa Cameselle. Escribir el relato más terrorifico que me inspiran estas fechas.


El hombre deslizó lentamente sus labios desde la boca hasta su cuello, e impulsado por la aberración que llevaba por dentro la mordió suavemente. En segundos una chispa en sus pervertidas neuronas le dejó caer en cuenta de lo que estaba haciendo. Se maldijo por unos instantes, con los ojos cerrados, pero después volvió a mirar el cuerpo de la chica, lánguido, imperturbable. 


Le acarició el cabello, y el rostro hasta llegar a los pechos. Deslizó una mano hacia la parte íntima y palpo con los dedos aquella oquedad por la cual perdía los estribos. Acto seguido, se acostó con ella, y con la lengua fue explorando cada centímetro de la gris y purpúrea piel de su silente víctima. Y ella sin inmutarse, solamente lucía su irresistible y fría belleza en una espeluznante noche de negro crespón. 


La lluvia golpeaba lúgubremente los ventanales, un etéreo aroma sanguinolento se esparcía en el aire. Lo olfateó aspirando con fuerza y, en segundos su repulsivo espíritu lo tornó en un trance maquiavélico. En seguida se desvistió, entre tanto, un esbozo de sonrisa aterradora se dibujó en su rostro. Después se colocó sobre ella. 


- Te amo ..., - susurró, besando y estrujando sus redondos pechos. 


El olor a putrefacción, el cuerpo gélido y rígido lo elevó a su excitación, y con abominable arrebato, manipulado por sus demoníacos deseos, comenzó a profanar la matriz marchita. 

Un cegador y rojizo estruendo disturbo su macabro ritual dejándolo paralizado del susto. El mortífero y fétido cadáver recobró vida y lo lanzó dando un grito estentóreo. 


- ¡Llegó tu hora, maldito asesino! - 


Seguido se levantó y avanzó hasta el depravado que gritaba con ojos desorbitados. Lo tomó por los hombros y lo alzó hasta que ambos estuvieron cara a cara. Comenzó a agitarlo de forma enfurecida; fue entonces cuando reconoció el verdadero olor a carne descompuesta, que le hizo retorcerse y provocar fuertes vómitos. 


Se quedó absorto mirando como unos negros tentáculos se enlazaban a su cuerpo y, que en segundos se lo llevó con terrible fuerza hacia abajo, hacia la profundidad de la tierra. Semi-inconsciente abrió los ojos y de su boca salieron horribles alaridos, al encontrarse en el interior de un ataúd fusionado a los restos gelatinosos, húmedos y putrefactos de Jane Doe. La última víctima de muchas que había raptado y asesinado en el área de Long Island City. 


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