RETO ELDE - 27

Inventa un relato con una mujer como heroína y su camino hasta llegar a serlo.


Morella siempre fue 'la gorda' del grupo de sus amigas. La típica amiga de caderas anchas y busto grande, su única curva era su sonrisa, lo demás solo era para motivo de burlas. Pasó el tiempo, ella se refugió en los cómics de Marvel porque ahí encontró superheroínas que no eran los típicos de la princesa que hay que salvar, sino que se defienden y se salvan ellas mismas.

Llegó el otoño, y con él, una de sus festividades favoritas, Halloween. Ese dia decidio salir de la madriguera y convertirse en su álter ego. De ser valiente, prepotente, segura de sí misma como Ororo Munroe - Tormenta. Se miró al espejo, y admiro su traje negro ajustado sobre aquel cuerpo regordete y de senos robustos.

- No me importa lo que digan. - se dijo. Sujeto la capa a las muñecas y colocó la diadema negra sobre sus dorados rizos. Acto seguido, se fue directo al desfile de halloween en la Gran Manzana.

Después de varias horas, Morella se abrió paso entre la gran multitud de espectadores del gran desfile. Esa noche le pareció la más fría y tétrica de todas las veces que había asistido a la celebración de los muertos y criaturas de la oscuridad. Extraña noche, pensó.

Decidió caminar y se alejó del bullicio. Paso por un callejón que la condujo á otra avenida, sin percatarse del peligro. Un espeluznante escalofrío recorrió su cuerpo, que la hizo volver el rostro y centellear sus ojos.Tras un momento de estupefacta vacilación, Morella sintió una terrible punzada en el hombro. Ella se viró con un movimiento casi mecánico, y miró a los ojos del maldito psicópata que le enterro el cuchillo; y que, con sonrisa burlona le dijo:

- Te violare, te  arrancaré el corazón y me lo comeré. -

La complexión astral de la chica sufrió una transmutación de alta frecuencia. En segundos se llevó la mano derecha detrás de la espalda, y de un tirón sacó el filoso cuchillo que le había enterrado.

El asesino torció la boca y gritó a todo pulmón abalanzándose sobre ella con un machete.

- !Ven acá maldita perra, ven acá! - durante unos críticos instantes y con increíble rapidez, la víctima de burla y ultraje saco unas filosas garras mortales que manejo con una sorprendente habilidad; y antes que el malhechor encajara otra puñalada, esta le propinó un golpe tan brutal que traspasó el pecho, y con sus garras le sacó el corazón.

Lo aplasto enfurecida entre su mano. La sangre corrió por sus pies, y al oler el líquido viscoso comenzó a sentir una extraña necesidad por probarla. Sin poder evitarlo, mordió un tajo de la aún palpitante válvula. El rostro de Morella quedó pálido, cubierto de sangre, los ojos hipnotizados y los labios entreabiertos exponían dos largos y afilados colmillos sangrantes. En la oscuridad de su ser apareció un brillo, y a la vez, una superheroína con poderes y ansias por sangre asesina.


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