HALLOBLOGWEEN 2015 de Teresa Cameselle. Escribir el relato más terrorifico que me inspiren estas fechas.
La invasión despiadada de los muertos vivientes estaba en su apogeo. En medio de esa hecatombe Jean Carlo había pasado la noche muy ávido buscando cerebros frescos sin resultado alguno.
Cansado y muerto de hambre se sentó en unas escaleras de la calle y observó a su alrededor. Sus pensamientos intentaban rehuir lo que se avecinaba, pero sus esfuerzos fueron en vano, una y otra vez volvía a aquel momento. Torpemente se puso de pie y continuó camino hasta llegar al búnker donde se escondía de los zombies. Entro sigilosamente, y vio a su esposa que lanzaba gemidos guturales y se retorcía ferozmente sobre la camilla donde la tenía atada.
Aún así, observó mórbidamente sus grandes pechos que se movían al ritmo de la respiración agitada. El irrefrenable deseo varonil, competía con la atroz hambre que sentía. En segundos, tras el aturdimiento pasional espontáneo y, percatarse de lo que realmente sucedía, se armó de valor hasta los dientes. Se acercó a ella con ternura, aunque las lágrimas le impedían ver con claridad, acaricio su cara de color albugíneo, babeante y con aliento nauseabundo. Ella le devolvió la mirada con fiereza, sus retinas rojizas lo deseaba como nunca antes, con hambruna para devorarlo.
Todo sucedió muy rápido, las manos del hombre se aferraron a la cuchilla con la cual cortó los lazos que la ataban. Ella se echó como un rayo sobre él arrancándole un trozo del cuello. Mientras ella saboreaba la suculenta comida, una lagrima viscosa resbaló de su pútrida mejilla, la cual, cayó sobre la cara ensangrentada de su amado esposo.
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