ELDE - reto 23

Comienza un relato con: “Nada, no le queda nada”.

(Relato inspirado en la novela histórica: The Japanese Rose de Rei Kimura. Una historia sobre el patriotismo y la creación de los Kamikazes) 


- Nada, no le queda nada: - le dijo su compañera de trabajo. Ella le clavó la mirada, su semblante rígido y furioso.

- ¿Estas segura? - la recrimino fuertemente.
- Lo he confirmado. No hay medicina para los soldados heridos que llegan de Yamato. -

Tenía razón, al hospital no le quedaba nada, más que ruinas y heridos. Fue entonces que, en una milésima de segundo sintió que debía hacer algo extra por su patria. Su carácter, inquieto y rebelde la hizo renunciar a su uniforme de enfermera y vestir el uniforme de los kamikazes. Una especie de pilotos Samuráis del siglo veinte para ofrendar su vida por la patria.

Comprendía que era demasiado arriesgado enlistarse con documentos de identidad falsos, si descubrieran que era una mujer sufriría las consecuencias severamente. Pero no tenía nada que perder, quizás la muerte fuese el único camino viable a la venganza y a su libertad. Fue entonces que, después de dos semanas recibió un entrenamiento básico y una aeronave, en la cual fue enviada al combate el mismo día en que se realizó el ataque a Pearl Harbor.

Ante ella se habría una mañana mustia, con una aterradora misión por delante. Una pesadez extraña le oprimía las sienes, sentía la respiración ahogandola con una lentitud de pesadilla. Los nipones lanzaron el primer ataque, destruyendo varios portaaviones y dando muerte a miles de militares, marineros y tropas americanas. Tuvo la mórbida sensación de disfrutar lo que estaba aconteciendo.

Luego, mientras volaba hacia su objetivo, dejó dos buques japoneses severamente averiados y fuera de combate. Fue entonces que, cerró los ojos, suspiró y recitó el poema heroico de los kamikazes. Luego, su bombardero Kanishi X5M soltó su carga de bombas al mismo tiempo que en línea recta estrelló su aeronave contra la pista del portaaviones causando una inmensa explosión, matando a toda la flota e incendiando las bodegas y el hangar.


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