Crónicas de Serendipity


—¡Mira! ¿Quién será? — grito Yvonnè.

—¿Qué será qué? —preguntó Velhagen.

—Esa silueta por los dos megalitos que están cubiertos de musgo y maleza. ¡Mira! Ahí va de nuevo. Tenemos que saber quién es. 

—¿Es necesario? —susurro Yvonnè.

—Claro, es preciso —repuso For´núfar —. Podría ser alguien que nos ofrezca un lugar donde descansar.


El chico viró a la izquierda, saltó veloz sobre el borde del arroyo, atravesó por entre los arbustos y fue a parar a una cabaña. Era una estancia grande. Había varios cajones de madera y cestos de mimbre. El hedor era insoportable; era una mezcla de polvo, humedad y moho, fusionados con los aromas de los manojos de hierbas que colgaban de las vigas. Había unos escudos averiados contra una tina de barro, de la que sobresalía un manojo de lanzas llenas de telarañas.


Velhagen y la princesa le siguieron hasta darle alcance.


—¡Eh, amigo...! ¿Podemos acercarnos? —grito el joven guerrero.

—¡Sal de ahí! no tengas miedo —dijo. Fue entonces que Yvonnè noto a una sospechosa figura emergiendo desde una luz magenta. 

—¿Quién eres tú? —interrogó Velhagen.

—¿Ya me olvidaste tan pronto?

—¿No estas hablando en serio, verdad? —preguntó, apretando el puño, pues aquella escena no le transmitía demasiado agrado.


—¡Yo soy Luciferina de Lancashire! —dijo bruscamente.

Y guardó súbito silencio.


—¡No, no es posible! Ella murió hace años en la matanza de las brujas. Todo el mundo lo sabe. Era una bruja salvaje lamia y tenía la marca de la serpiente. —dijo For´núfar, casi gritando.


Las palabras de la bruja retumbaron en aquella estancia. Velhagen se quedó atónito por unos segundos, y le turbaron sus pensamientos. Aquel desconcierto le había hecho despejar la mente. Enfurecido fue a arremeter contra la figura y entonces notó como no podía avanzar. Los manojos de hierbas súbitamente se habían lanzado a sus pies, apresándolo. For´núfar entonces se lanzó hasta interponerse entre los dos, y con unas palabras de su hechizo personal Oskopulum lo liberó del conjuro.


—Eres muy bueno, enano. Además ¡has utilizado un hechizo de las Valquirias nocturnum! ¿cómo te llamas? —dijo con un tono firme.

—¿En serio? —dijo estupefacto, —no te daré mi nombre.

—Bueno, da igual. Al menos por ahora.

—¡Ahora lo recuerdo todo! —exclamó el guerrero—. ¡Eres una vil traidora! Me acuerdo de ti, Luciferina, aunque en apariencia seas diferente.


Yvonnè, a su lado, no se atrevía a hablar y contemplaba la escena con la boca abierta. Velhagen con sumo cuidado se acercó a ella, que lo miraba atentamente clavando en él sus ojos y comenzó a decir algo ininteligible.

—¿Qué haces? ¿Te has vuelto loco? —preguntó la guerrera en un medio susurró, pero él, con un rápido gesto de la mano, le indicó que se callará.

—¡Te lincharán cuando te encuentren! —gritó muy dólido. 

—Lo sé —respondió haciendo una mueca.

—¡Eres despreciable! —espetó. Él se quedó mirándola como atrapado en las hebras de un repentino hechizo. El cual le provocó recordar el amor frustrado por la traición.

—Vamos Velhagen, no hagas drama, ¿dime? ¿Quieres vivir para siempre? Tendrás que decirme dónde se encuentra la alquimia de Ezthra Zerai —dijo Luciferina mientras tomó los cilindros que colgaban de su cinturón. Con un hábil giro de muñeca hizo girar uno de ellos y lo lanzó contra él. Una espiral azul lo tumbó hacia atrás cayendo de rodillas.

¿Qué demonios? —. La voz del guerrero rugió como la mar encrespada.

La rapidez y la furia de la hechicera impidieron que el guerrero sacase su espada a tiempo y contrarrestara el hechizo. Velhagen pensó que aquel control de la magia era sorprendente, sobre todo procediendo de una mujer. Echó mano de la espada para apoyarse y ponerse de pie.


Velhagen le lanzó unas leves bolas del hechizo Fraxinus paralizador. Luciferina se aletargó de inmediato, moviendo la boca como si estuviese a punto de gritar. Se llevó las manos a la garganta y se desplomó sobre la tierra. Ella trató de erguir la cabeza y lo miró con los ojos cargados de rabia.

—¡Velhagen, eres un imbécil! —grito.


Él la miró sin sentirse intimidado, solo compungido.


—Te entregaré a Zhamaín —murmuró, pero cuando estaba a algunos pasos de ella, se dio cuenta de que la hechicera tomó el aspecto de un ave de rapiña y voló por sobre ellos y se perdió en el bosque.


Yvonnè y For´núfar se quedaron esperando a que él les dijese lo que había que hacer.

— ¡Velhagen.! No te quedes ahí parado. Has algo.

—No puedo. Estamos fuera de los dominios de las diosas Maâte, sus hechizos estan prohibidos, a menos de la intervención de los espíritus del Zhamaín. Debes de saber que... —. 

—Lo sé —lo interrumpió, —y un poco estúpido de no utilizar esos poderes que posees en tu espada para atrapar a la bruja.


—Es un nivel cuatro de magia Abreuvoir, no tan potente añadió el enano con tono hosco.


El Bärbare sabía que ella estaba en lo cierto; frunció el ceño, preso de sentimientos contradictorios. Se sentía decepcionado, pero no dejaba de dar mérito a su terquedad. Su imaginación, sobre todo, era cruzada de imágenes placenteras e intensas a la vez. Detrás de la bruja sacerdotisa y Velhagen existía una historia llena de vivencias, de noches de placer, de besos que le hicieron creer que el amor era posible entre ambos y, que los sentimientos un día serían auténticos. 


Súbitamente sintió arder en deseos de poseer aquel espléndido cuerpo y de estrujarla entre sus brazos, a pesar de todo no quería hacerle daño. La influencia de Luciferina era realmente atrapante; una fuerza a la que el guerrero no resistía a oponerse, se enamoró perdidamente de su belleza. Se habían prometido que cuando finalizara la guerra contra las hechiceras Yelénicas se casarían.¿Quién tendrá la suficiente fuerza para apagar de un solo soplo un corazón enamorado? 






¡Gracias por leer! ¡Hasta la próxima entrada!
♥♥♥

Comments

  1. Me gusta que la historia continúe.
    Es un placer leerte.
    Un abrazo.

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  2. HOLAAA
    Esta muy buena, me tengo que poner al dia!

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  3. Siempre es lindo leete, gracias por tu talento y compartirlo con todos. Un besote Yessy.

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  4. Una historia muy épica, con personajes mágicos, los nombres tan extraños de algunos personajes me gustan, tu ingenio y creatividad son geniales Yessy .
    Mucho cariño para ti amiga

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