Elige uno - La melodía del violín

Este jueves: Neogeminis nos propone una consigna muy bonita y selectiva, se trata de elegir uno de los recortes que aparecen en la imagen de arriba y escribir lo que la frase nos inspire.

- !Nirmala, Nirmala no está en su cama! - gritó la madre aterrada al entrar a su habitación, y encontrar sólo flores color violeta en la cama de la pequeña.

- !No... no puede ser!! Tenía un mal presentimiento por eso llamé a Ghada, la hechicera. - espetó el padre acongojado.

Casi en ese mismo instante se escucharon unos fuertes golpes en la puerta de entrada. Cuando la sirvienta abrió, una mujer mayor de mediana estatura, de cabellos blancos camino hasta el centro de la sala redonda. Levantó los brazos y con la mano derecha comenzó a recitar el mantra Gom con el Yapa mala. Luego, emitió un gruñido y dijo: 

- Un malévolo espíritu les está acechando. !Ella llevó a la niña a las entrañas de la tierra! -

De pronto se dejó escuchar una melodía familiar; el padre la conocía, aunque parecía navegar en un interespacio crepuscular del recuerdo. Era la misma melodía de cuna que tocaba la difunta todos los días  con su violín, pero ahora, más perturbadora y aterradora. 

- Hay una explicación para esto. - espetó el hombre. 

- ¡Entonces, dilo ya que estoy en ascuas! -

«Hace años mi padre cometió el error de enrollarse con la sirvienta. Una chica que vino de filipinas huyendo de su padrastro. Como consecuencia ella quedó embarazada. Mi madre cuando se enteró, la tiró a la calle sin tener adonde ir. Ella se suicidó al siguiente día bajo el árbol jacarandá que está en el patio.»

Los músculos de la mujer se desencajaron. Sintió haber conocido un secreto terrible, tan terrible como cuando alguien escucha una sentencia de condena a muerte. No podia creer, !era un espíritu con sed de venganza! 

- !No hay tiempo que perder! todavía están a tiempo de salvarla. - gritó la anciana.

- !Bueno, pues dinos qué hacer! -

- Ve al árbol y haz un corte transversal en el tronco. Recoge la savia y esparcela por tu cuerpo como protección. Toma estos polvos dorados, con ellos cubre el mal espíritu en cuanto lo veas para deshacer la maldición. -

Esa noche al acercarse, los racimos de flores color azul violáceos del árbol se tornaron negros y funestos. El suelo retumbó a los pies del hombre. Miró abajo y vio a cada lado suyo, dos enormes tallos que brotaron de la tierra, y se lo llevaron por un hueco a los subterráneos de sus raíces hasta llegar al reino de los muertos. Delante de él, un rostro con la boca abierta y vacíos ojos negros le miraron fijo, como si quisiera fundirse con su alma. Una risa larga y macabra heló hasta el tuétano de sus huesos. En un fugaz segundo, le tiró un puñado de polvos dorados por delante y por detrás. El espíritu aulló, y unas nubes negras con forma de embudo empezaron a arremolinarse.

De súbito frente a su cara, como si fuese el reflejo en un espejo, vio a Nirmala envuelta en un líquido negro. El se acercó, la cargó en sus brazos y de inmediato salió corriendo. Cuando estuvo a punto de salir a la superficie, el espíritu lo agarró de las piernas. El forcejeo inútilmente, pero alcanzó a sacar a su hija, que fue recibida por la aterrada madre. En segundos, las poderosas raíces lo succionaron de nuevo al fondo de la gruta. Con un giro veloz, la hechicera cantó el mantra Bom y selló la abertura que terminó de una vez con la maldición.

Todavía el eco del recuerdo de aquella tragedia, revolotea sobre la casona de la montaña, que se yergue esbelta con la aterradora leyenda de la canción la cuna y el violín.

¡Gracias por leer! ¡Nos vemos en la siguiente entrada!

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